- Dieses Thema hat 12 Antworten und 6 Teilnehmer, und wurde zuletzt aktualisiert vor 15 Jahren, 3 Monaten von .
-
Thema
-
- El pasado mes de septiembre se cumplieron cien años desde que el periodista Ferrán Agulló creó el topónimo Costa Brava para denominar al litoral gerundense, que va desde Portbou, junto a los Pirineos, hasta Blanes. Por entonces, la Costa Brava era un lugar tranquilo con pueblos blancos de pescadores bajo el aroma de los pinos y la luz del Mediterráneo, entre paisajes abruptos, costas escarpadas y playas de aguas azules y cálidas. Ya en los años 30 era un destino para turistas de todo el mundo, que en la playa compartían el espacio con las barcas de los pescadores.
Seguramente fue Salvador Dalí, nacido en Figueres en 1904, quien dio fama internacional a la Costa Brava. Este rincón del Mediterráneo se convirtió en fuente de inspiración para otros muchos artistas a principios del siglo XX, y aquí llegaron escritores y artistas como Picasso, Chagall, Buñuel, Paul Eluard. El magnetismo de la costa atrajo también en la década de los años 50, en plena dictadura franquista, a cineastas y escritores: a Tossa del Mar llegó Ava Gardner para rodar la película “Pandora y el holandés errante”, de Albert Lewin; en 1959, Truman Capote acabó en Palamós su novela “A sangre fría”. En Palafrugell nació Josep Pla, el escritor que mejor ha sabido interpretar la realidad catalana.
La costa Brava
Calella de PalafrugellPero el ensueño de la Costa Brava no acabó en sus artistas, sino que permaneció también durante los años 60 y 70, los años del boom turístico en la España franquista: la imagen del extranjero alto y fuerte, de la turista rubia liberada, una atracción para los nativos, todavía perdura en la memoria de los españoles y ha quedado plasmada en numerosas películas de la época. También perduran los daños que supuso para la costa la llegada del turismo, la principal fuente de ingresos en la empobrecida España de entonces, y con éste la construcción excesiva. Todavía en los años 80 y 90 se siguió especulando con el terreno, a pesar de los esfuerzos legales para intentar frenar su destrucción. Sin embargo, no se puede evitar la sonrisa cuando los habitantes de Calella de Palafrugell se lamentan del hormigón y la masificación de su costa, ya que lo que se divisa desde el mirador de San Sebastián es una tranquila playa en un pequeño pueblo blanco, donde el edificio más alto es la iglesia con su torre. En la Costa Brava los excesos del turismo existen, pero, para bien de todos, han quedado reducidos a unos puntos concretos.
Ist zwar nicht der ganze Text, aber auch schon schön. Viel Spaß dabei.
Quelle: http://ecos-online.de/doc/35804
- Das Thema „La Costa brava E -> D“ ist für neue Antworten geschlossen.